miércoles, 21 de septiembre de 2011

Conversatorio sobre Acoso Laboral y Relaciones de poder en las organizaciones sociales

Estimadas compañeras,

Con gran alegría, el día de ayer 20 de septiembre de 2011, presentamos, en el nuevo espacio de Kali, el siguiente cortometraje animado.  Éste, es un trabajo colectivo, que preparamos con todo el amor y ilusión de nuestro mundo conocido. Un ensayo colectivo para nuevamente lograr ser "mujeres expresadas".  

Con este corto, tal y como decimos a través de sus breves minutos, pretendemos visibilizar el tema del acoso para buscar alternativas que nos hagan crecer individualmente, pero sobretodo colectivamente. 

Nuestro sueño de libertad es y será siempre construir un mundo donde lo "personal", ya sea en la forma de relacionarnos en el amor, el deseo, los colectivos y el trabajo sea verdaderamente producto de nuestra política feminista. Siempre crítica, siempre en búsqueda de crecer, siempre dispuesta a reconocer los abusos de poder dentro y fuera de nuestras casas.

Como mujeres que hemos decidido correr con nuestras lobas, las ancestras y las hermanas que quieran acompañarnos por estos senderos de justicia social, les invitamos una vez más, a ver un cortometraje animado construido colectivamente desde Kali Naualia.
 



Después de ver el corto, decirles que en general nuestra sensación ha sido de gran felicidad. No sólo por ver nuevamente nuestro espacio repleto de gente, sino porque de verdad vivimos el día de ayer, como una noche especial. Muchas mujeres se acercaron por primera vez al nuevo espacio de Kali. Algunos hombres también vinieron a compartir con nosotras sus experiencias de vida laboral. Todas y todos nos vimos unidos por una misma causa, los acosos que hemos vivido en nuestros trabajos, y la preocupación de que en las organizaciones no existen medios para poder cambiar esta situación que efectivamente se está dando en nuestra vida cotidiana. Hablamos largo y tendido, nos compartimos, nos confesamos nuestros miedos más íntimos; nuestros apegos; amores y desamores; algunas lloramos; y otras simplemente nos supimos acompañadas.

De este espacio han surgido inquietudes y necesidades de crear más encuentros donde reflexionar y empezar a construir propuestas que logren un cambio en nuestras organizaciones, pero sobretodo en la cultura del miedo que impera cuando queremos gritar. Un espacio donde poder sensibilizar a las otras de que hemos de dejar de ser las "testigas mudas" ante el acosos de las otras, y identificar cuando vivimos un acoso para dejar de callar.

Así, les invitamos a que más se sumen a las siguiente convocatorias, pues defender nuestros derechos es lo que les debemos a nuestras ancianas madres, pero también a esas otras mujeres con quienes trabajamos día a día, y a las que les pedimos que defiendan sus derechos. 

Kali Naualia

jueves, 15 de septiembre de 2011

Conversatorio sobre Acoso Laboral y Relaciones de poder en las organizaciones sociales


Desde la Asamblea de Kali Naualia,

Como mujeres jóvenes y adultas, lesbianas, desviadas, raras, bisexuales, machorras, radicales, rebeldes, apáticas, que no sabemos poner siempre los límites, obreras, sin identidad conocida, de aquí o de acá, o simplemente del más allá, marcianas, de la generación de las precarias, sin posibilidades ni espacios para poder soñar libremente, destinadas a ser mandadas pero alegremente mujeres con nuestro propio poder, con nuestra voz! Peonas de un sistema de ajedrez patriarcal, simples pero elegantemente técnicas o simplemente autónomas, con otro concepto de lo que es ser
feminista y de qué estamos hablando cuando decimos “lo personal es político”....
Esa clase de feministas que intentan vivir en las fronteras de quienes NO detentan el “mal poder” ni pretenden NORMAR a las otras..., contemplamos con estupor e indignación como una y otra vez atacan a nuestras madres, hermanas, amigas, compañeras, aliadas, cómplices y amantes, con las mismas armas que sigue teniendo el amo.  Estamos hablando de las herramientas que conllevan el acoso laboral, y que otr@s más académic@s han llamado como Moobing. Herramientas que son parte de la violencia estructural contra las mujeres que vivimos en esta sociedad patriarcal, racista y clasista, además de profundamente heteronormativa. Herramientas que hemos vivido sobre nuestro cuerpo tantas
veces, cada vez que hemos tenido que pisar un empresa privada, una multinacional, o en algunos casos recientes, una institución gubernamental disque con mayor visión de género. Pero, ¿qué ocurre cuando esto nos sucede en espacios supuestamente “transformadores”? Nos estamos refiriendo a las Organizaciones No Gubernamentales, sean estas internacionales o sean de
nuestro país, creadas con nuestras propias manos y esfuerzos, o con las de nuestras madres y hermanas. Algunas de ellas feministicamente reconocidas por todas y que forman parte de muchos de nuestros imaginarios colectivos y personales.

En los últimos meses hemos asistido, con mayor o menos proximidad, (proximidad que forma parte de nuestra forma de ver la política) a muchas renuncias y situaciones cargadas de injusticia: despidos improcedentes en instancias gubernamentales; cambios de puesto de trabajo y condiciones
laborales sin respeto a los derechos de las mujeres implicadas; condiciones laborales de explotación sin reconocimiento digno del trabajo (económica y personalmente); miedos a perder el trabajo si levantan alguna queja. Y todas estas situaciones ocurren en los que reconocemos como nuestros
espacios o espacios próximos. Ni siquiera hemos de mirar hacia afuera esperando ver un monstruo con dientes y cuerno verdes. El monstruo lo tenemos dentro de nosotras, cuando agarramos, sin análisis alguno el legado que nos
dejó el patriarcado: la misoginia ; la lesbofobia; el machismo; al abuso del poder y tantos otros mecanismos.... En estos espacios se manejan al viejo estilo patriarcal los escritos; las llamadas de atención amenazantes; las evaluaciones malintencionadas; cartas que se mantienen en lo privado; documentos que se desclasifican por partes al puro modus operandi de la CIA; frases cargadas de
“poder sobre” mezclando conflictos personales con la jerarquía; el poder de quien emplea sobre la que es empleada; maltratos sutiles encubiertos bajo el prisma de la efectividad, deslegitimizaciones, no reconocimiento del trabajo que hacen muchas de las mujeres por la construcción de movimiento. En definitva, relaciones de poder entre quien sólo es una técnica (usando el lenguaje onegero) y quien además, detenta “ahora” el poder.

Compañeras estamos descuidando todo cuanto aprendimos del CUIDO, del “poder con” , del empoderarnos colectivamente, de la importacia de crear otras relaciones, de crecer y contruir, de contagiarnos el entusiamo, de gozar mientras contruimos algo diferente. Diferente no sólo en cuanto a una legislación de igualdad entre hombres y mujeres, de una ley integral sobre la violencia que
vivimos, sino también, en la forma cómo ejercemos el poder, en cómo nos tratamos entre nosotras. Pero lo más importante, porque callamos cuando a nuestra hermana la maltratan, porque no pedimos explicaciones y dejamos que eso que le ocurre a la otra sea un tema privado, privado entre dos o más, dentro de una ONG, o un espacio colectivo. El país de los silencios, lo no contado, lo
gritado en el silencio de los pasillos que todo lo ve...Lo informal se mezcla con lo personal y se viste de objetividad comprobada. ¿Dónde quedaron los procesos abiertos, libres de recibir críticas, las asambleas, el derecho a decir y ser? ¿Dónde queda el análisis de nuestras formas de lucha feminista de calle? ¿dónde podemos ni siquiera plantear los desafíos de nuestra política? ¿Qué esta pasando que nos estamos despolitizando, vaciando de contenido crítico transformador?
Hacia donde queremos mirar, hacia dónde queremos caminar....!Acaso podemos decir tan alegremente que nos da igual que esto ocurra en nuestros espacios, o simplemente decir que ese espacio no es el mío, y perdonen que les hablemos de propiedad, porque no creemos en la propiedad privada pero si en la pertenencia colectiva que creamos cada día con nuestros imaginarios, nuestro hacer y
nuestra historia, la de todas, que no sólo detenta quien ha sido nombrada bajo un cargo político, técnico de junta o de comité.

Con este texto tan sólo queremos expresar nuestra preocupación ante aquellas que reconocemos como compañeras y aliadas de nuestra lucha transformadora, a quien le interese, a quien se sienta reconocida, a quien simplemente le interpelen nuestras palabras, y a todas las que queramos buscar soluciones desde otra modelo de justicia social, las invitamos a un conversatorio público y abierto
sobre:   “La denuncia social ante el acoso laboral y las relaciones de poder en nuestros espacios”

En Kali Naualia, el 20 de septiembre a las 18:30

Atentamente
Unas de tantas otras
Asamblea de Kali Naualia
 
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